Alrededor de 10.000 personas en la noche del viernes y una cifra récord de público prevista para este sábado por la noche. El espectáculo del mar se ha convertido en atracción turística en el Mont Saint Michel, una recoleta localidad medieval francesa que se levanta sobre un promontorio y que es o no accesible por tierra según las mareas, ya que, cuando éstas suben, la transforman en una isla.
"Por lo general aquí las mareas son mucho más impresionante. No hay agua en la calle, lo que es en parte decepcionante. Pero siempre será bueno para los negocios en Saint-Malo", asegura, decepcionado, uno de los miles de visitantes.