ALCANZANDO LAS ALTURAS
Por: Richard Wurmbrand
4 DE JUNIO
“Ya no eres más siervo, sino hijo; también heredero de Dios.”
(Gálatas 4:7)
Desde que se descubrieron los genes y el ADN, sabemos nuevas cosas acerca de la herencia. Sabemos cuáles fuerzas irresistibles, trabajando para el bien o para el mal, sin transmitidas por la herencia de nuestros antepasados.
También hay una herencia del espíritu. Dios es verdaderamente nuestro Padre; Jerusalén celestial es nuestras madres, Heredamos de Dios no sólo Su reino, sino también Su carácter. La semilla de Dios está en nosotros. (I Juan 3:9)
Por: Richard Wurmbrand
4 DE JUNIO
“Ya no eres más siervo, sino hijo; también heredero de Dios.”
(Gálatas 4:7)
Desde que se descubrieron los genes y el ADN, sabemos nuevas cosas acerca de la herencia. Sabemos cuáles fuerzas irresistibles, trabajando para el bien o para el mal, sin transmitidas por la herencia de nuestros antepasados.
También hay una herencia del espíritu. Dios es verdaderamente nuestro Padre; Jerusalén celestial es nuestras madres, Heredamos de Dios no sólo Su reino, sino también Su carácter. La semilla de Dios está en nosotros. (I Juan 3:9)